Sobre les festes de Pasqua de l'any 1850, celebrades a la ciutat de València, podem assabentar-nos a través d'una breu crònica apareguda en el diari vespertí "El Popular", en concret en la seua edició del dilluns 8 d'abril.
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| El Popular (08/04/1850) |
La crònica, molt pintoresca, s'inicia posant de relleu el contrast entre la severitat de la Setmana Santa i la gaubança de la Pasqua, viscudes de manera tan peculiar pel poble valencià: "Nada da mejor á conocer el carácter del pueblo valenciano que su conducta en los días que acaban de transcurrir. Contrito y fervoroso durante la Semana Santa ha visitado los templos, ha concurrido a las procesiones, ha acudido a todos los actos religiosos. Al anunciar las campanas de la catedral la hora de la Resurrección ha demostrado su regocijo del mejor modo que le ha sido posible..."
I continua la crònica fent un retrat costumista de com el poble gaudeix dels tres dies de Pasqua al llit del Túria: "Han llegado los días de Pascua, y fiel a una antigua costumbre ha acudido al cauce del río, cuya sequedad le permitía solazarse á sus anchuras, á comerse la mona. Desde el pretil próximo á la ciudad se ha disfrutado en las tres tardes un panorama encantandor".
Fins i tot, davant eixe panorama encisador, caldria imaginar la mà d'un escriptor de costums, segons la mateixa crònica: "Un escritor de costumbres tendría ancho campo para egercitar su pluma describiendo la animación, la alegría y la algaraza de los mil y dos mil grupos diseminados por el anchuroso espacio que baña el Turia..."
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| Museo de las Familias (1847) |
I en el relat, també podem llegir: "...para aumentar la belleza del espectáculo cruzaban los aires varios globos aerostáticos soltados por aficionados, y todo contribuía á dar á aquella reunion popular el aspecto de una inmensa feria, á la cual no le faltaban ni los tahures que son circunstancia obligada..."
A més, podem conéixer que la diversió es perllongava, cada dia, fins a poqueta nit: "Las meriendas y sus bailes duraban hasta que entrada la noche regresaban a sus casas preparándose para repetir la diversion al día siguiente".
Finalment, la crònica sobre la celebració dels dies de Pasqua a València, es tanca, com si no, amb certa humorada: "Réstanos añadir, que si bien todos llevaron al campo mona, fueron muy pocos los que la tenían al volver á la ciudad".
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