dissabte, 18 de març del 2023

Diccionaris Valencià-Castellà del segle XIX: Les Falles

La següent parada en el trajecte a través de la roda de l'any festiu de la ciutat de València serà la festa de les Falles, contemplada en els dos Diccionaris Valencià-Castellà (Constantí Llombart / Joaquín Martí Gadea)  d'una manera prou detallada i acurada, amb la transcripció quasi literal del text que sobre les Falles va plasmar l’aristòcrat valencià Vicente Salvador y Monserrat, Marqués de Cruïlles, en concret en la seua obra “Guía Urbana de Valencia antigua y moderna”, editada a través de la “Sociedad Econòmica de Amigos del País”

Aquest text, referenciat el seu autor en els dos diccionaris, va quedar incorporat en la "Guia Urbana" en un apèndix, més en concret en la secció “Curiosidades religiosas”, una secció on apareixen altres costums i festes de la ciutat, com la festivitat del Corpus, els altars dels miracles de Sant Vicent i les festes de carrer.

En la ressenya que sobre les Falles fa el Marqués de Cruïlles es pot apreciar una possible teoria sobre l’origen de la festa, en el seu cas un origen de caràcter gremial, vinculat al gremi de fusters.

No obstant això, el mateix autor posa en relleu que la falla amb ninots correspon, més bé, a la iniciativa veïnal, com passava en les anomenades festes de carrer, però amb la particularitat, en el cas de les Falles, d’un pràctica en principi més espontània, el “pensat i fet”; això sí, des d’una vessant epigramàtica, es a dir, satírica.

En el seu text, el Marqués de Cruïlles descriu la configuració que tenien les falles d’aquella època, un cadafal construït a partir d’un bastidor, a mena de pedestal, en el qual es col·locaven varios ninots que representaven, de manera mordaç, una escena coneguda o fet ocorregut, que poguera cridar l’atenció de la gent.

Al final del text, fa menció del sainet conegut sota el títol “La Falla de Sen Chusep” (1870), obra de l’escriptor i autor teatral Eduard Escalante, estrenada al teatre Princesa, que pot donar una idea exacta del que el Marqués de Cruïlles volia descriure sobre les Falles.

"La Falla de Sen Chusep" (1870)

Falla // FALLES, ó FALLES de Sant Josèph: Costumbre valenciana cuyo origen explica el Marqués de Cruilles del modo siguiente: Era de reglamento en el gremio de carpinteros utilizar en el jornal diario las horas de velada, desde San Miguel, hasta el dia de San José, que es patron del oficio; la víspera, con la natural algaraza de gente jóven, se quemaba el estay, ó sea el palo con pié, donde se colocaba la luz en las horas de trabajo, y añadian las barreduras del taller; de lo que resultaba una hoguera. Este es, según hemos oido, el inocente origen de las fallas. Al estay y á las virutas del taller se agregaron esteras y trastos viejos que la proximidad de la templada primavera hace desechar como inútiles, y el carácter jovial y epigramático de los valencianos, aprovechó esta ocasión para entregar á las llamas alguna alegoría ó figuron, de cualquier suceso reciente ó risible. De aquí se originó, que no ya los honrados menestrales, sino mas de un picaresco vecino, y á veces de elevado rango, preparaban de antemano y con chispeante inventiva, las caricaturas que destinaban á les falles, y la animación propia de estas demostraciones, las ha llevado á una altura muy distante de su origen. Las esteras y trastos viejos se revisten de bastidores bien pintados formando un pedestal. Cuatro ó más figuras, por lo general ridículas y muy intencionadas, representan una escena ó algún suceso, ya público, ya alusivo, que más haya llamado la atención desde el año anterior. Si se inventa el miriñaque y aparecen las mujeres voluminosas como globos aerostáticos, no faltará una falla que las represente. Recogen, por el contrario, su ampulosa falda y la amontonan, asemejándolas á una sección vertical de tinaja tobosesca; pues allí está otra que lo sintetiza: y á este tenor cuanto se presta á una crítica más o menos mordaz. La malicia recoge las alusiones como en todo geroglífico, y la imaginación da pábulo á mil hablillas. Por lo general, el pedestal y los alrededores de la falla se llenan de versos que tienden a explicar su significación ó á hacerla ambigua, y hasta se imprimen: alguna banda de música ameniza el acto y entretiene á la concurrencia, que es numerosa, y acude atraída por la curiosidad; hasta los balcones de las casas circunvecinas se adornan con colgaduras, y por lo regular desde unos de ellos va tendida la cuerda de los fuegos artificiales para quemar la falla y demás fuegos de artificio que también la rodean, formando un conjunto de animación y algaraza, sólo comprensible en esta ciudad. [Constantí Llombart] // [Martí Gadea]